Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 7, 30-33

30 En cuanto ella terminó de hablar, el muchacho dijo: «¿Qué
esperáis? No obedezco el mandato del rey; obedezco el mandato de la Ley
dada a nuestros padres por medio de Moisés.

31 Y tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos,
no escaparás de las manos de Dios.

32 (Cierto que nosotros padecemos por nuestros pecados.)

33 Si es verdad que nuestro Señor que vive, está momentáneamente
irritado para castigarnos y corregirnos, también se reconciliará de
nuevo
con sus siervos.